miércoles, 25 de enero de 2017

Sesión didáctica: 24/01/17

Buenas noches queridos lectores:

Qué deciros de la clase de hoy... en palabras sueltas la definiría como: intensa, variada, divertida, dinámica, pero sin duda MOTIVADORA. Bajábamos un par de estudiantes en el autobús camino a casa, y ese sentimiento de "podemos hacerlo" creo que nos animó a todos. Después de clases como la de hoy, solo quieres llegar a casa y ponerte a diseñar actividades interactivas, recortar cartulinas y crear juegos creativos que permitan el aprendizaje del alumno. Eso sí, sin olvidar que cada actividad tiene que tener un propósito, la cosa no consiste en hacer ejercicios divertidos sin ningún motivo/objetivo concreto. 


La verdad no tengo claro en qué centrarme en el post de hoy, tengo tantas ideas y opiniones, que creo que va a ser más claro si enumero las partes que más me hicieron reflexionar:

1. El primer día de clase: Cuando se sacó este tema, mi nivel de atención ya estaba al 100%, sin duda esto es algo que me preocupa y me hace pensar mucho en cómo voy a hacer el primer día, cómo voy a entrar, cual va a ser mi actitud, o mismo cómo voy a ir vestida. Por primera vez, siento que lo voy a llevar bien, tengo una actitud positiva y creo que tengo recursos suficientes para manejar la clase. Ahora mismo tengo mi motivación por las nubes, pero creo que tengo los conocimientos necesarios, espero saber como transmitirlos y creo que sé saber-estar, considero que puedo empatizar con los alumnos y crear un buen ambiente.

2.  El input y como adaptarlo: Me pareció muy interesante la idea de que el output (lo que se les pide a los alumnos que hagan) es lo que marca el nivel, y no el input. Muchas veces pienso en qué materiales serán más apropiados para cada nivel y me cuesta mucho acotar hasta que niveles puedo utilizar ciertos materiales. La clase de hoy me hizo pensar bastante en esto, y ahora, creo que en general todo se puede adaptar a todos los niveles, lo que tengo que cambiar es el tipo de preguntas/ ejercicios que pido.  

3. Actividades: Creo que hoy no dormiré pensando en cuales usar la próxima vez que de clases. Me parece vital saberse los nombres de los alumnos, y hasta hoy, solo pensara en pedirles que lo pusieran en un papel en la mesa. Sin embargo, tras ver todas las actividades que puedo llevar a cabo, lo primero que haré al llegar a una clase será hacer una cadena de nombres e información, para aprenderme sus nombres y hacer un sondeo de su nivel. Ahora mismo tengo tantas ideas de juegos que quiero apuntarlas todas para que no se me olviden y ver cuales me funcionan mejor (cartas, taboo, hojas en la pared para dictados, listas con preguntas para preguntar a compañeros de clase, dibujos para descripciones...). Otra idea que no había pensado era la de cambiar el orden en las actividades, así los alumnos tiene que prestar atención todo le tiempo y no cuando le tocan a ellos. Esto me hizo mucha gracia porque yo reconozco que era de las que contaba los turnos para ver cuando me tocaba. 


4. Leyes: A esto contesto: ¡POR FIN! Llevamos todo el curso analizando las diferentes normativas, y los conocimientos que tienen que alcanzar los alumnos, todo centrándonos en los objetivos a alcanzar y los resultados finales. Sinceramente, con un sistema tan pautado parece que en vez de educar niños tenemos que educar robots. En el caso de la educación, las leyes deberían ser una referencia pero no deberían limitar tanto el aprendizaje ni especificar tanto los conocimientos que tiene que alcanzar cada alumno. Por ejemplo, bajo mi punto de vista, seguir al pie de la letra lo que dice el libro impide que los profesores puedan enseñar a gusto y que los alumnos aprendan cosas útiles. Por todo esto, aplaudo que se dijera que las leyes educacionales están ahí como referencia, pero que ante todo, tenemos que llevar clases adaptadas a nuestros alumnos.

5. Sentimientos: Esto me hizo pensar mucho, la verdad simples detalles como que se acuerden de tu cumpleaños o motivar al alumno con palabras de ánimo puede hacer más, que muchas horas de ejercicios. Que el alumno entre en clase con la sensación de estar en un ambiente cordial y positivo, hace que esté más receptivo al aprendizaje, y por lo tanto participe más. Esto conlleva a que aprenda más sin darse cuenta, lo que no significa que no se vaya a trabajar. Que muchas veces, la gente confunde este estilo de enseñanza con no hacer nada, "se pasan el día de risas". Para nada, se trabaja mucho, pero de forma más agradable.

No puedo acabar este post sin mencionar dos cosas que dijo hoy la profesora y tuve la necesidad de apuntarlas en la agenda porque personalmente me parecen de lo más acertadas. Por un lado, la cita de Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Es importante tener esto presente, variar enriquece la clase. Si siempre se da la clase de la misma manera, se cae en la monotonía, y no es aburrido solo para el profesor sino para los alumnos. Además, con actividades diversas, consigues llegar a más público y lo que a unos les puede parecer aburrido a otros les puede gustar y viceversa. Cambiando el tipo de actividades, no solo conseguirás la atención de los alumnos sino que igual también consigues que participen alumnos que antes no lo hacían. 

Por otro lado, me pareció muy bonito las características que dijo que un profesor debería transmitir a sus alumnos: ALEGRÍA, RESPETO y PREOCUPACIÓN. No puedo estar más de acuerdo, cuando echo una mirada atrás, mis mejores profesores poseían estas cualidades y sin duda eran excelentes.   

Finamente, quiero decir que como futura profesora, espero no olvidar esto nunca y conseguir tener una clases versátiles, donde los alumnos cada día tengan ganas de ver lo que pasa y querer aprender más. Todo en un ambiente alegre y respetuoso.


"Mejor que mil días de estudio diligente es un día con un gran maestro". Proverbio japonés.

1 comentario:

  1. No tengo ninguna duda de que lo vas a hacer fantásticamente bien. Tus reflexiones destilan entusiasmo y ganas de trabajar. Muchas gracias por tus comentarios.

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